¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, acompáñame en este tiempo por el silencio de la oración y guíame por el desierto cuaresmal para que pueda evadirme del mundanal ruido, de los barullos de este mundo, por las tentaciones de la sociedad!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, ayúdame a abrir el corazón cada mañana para estar dispuesto a transitar por el desierto de la Cuaresma con fe, con oración, con servicio y con ayuno!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, hazme ver todo aquello que tiene que ser cambiado, esa interminable sucesión de defectos e imperfecciones que debo mejorar!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, condúceme por la senda de la santidad para luchar contra aquello que endurece mi corazón!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, concédeme la gracia de vivir en el silencio para aislarme de los ruidos que me apartan de la verdad!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, ayúdame a adentrarme en la luz para ser capaz de descubrir a Cristo en el prójimo!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, guíame en todo momento para que abriendo mi corazón e interiorizándolo todo aprenda a saber que cosas, que actitudes y que actos son los que tengo que purificar y transformar!
¡Espíritu Santo que iluminas la Cuaresma, haz que este tiempo de Cuaresma se convierta en un verdadero tiempo de conversión interior para estar más cerca del Señor! Amén.