Madre, que bueno es tenerte, porque una Madre siempre hace falta. Y contar contigo es un privilegio y una suerte enorme. Porque, con tu "Sí" has posibilitado la Redención de tu Hijo, ofreciendo tu vientre inmaculado para su gestación y nacimiento. Madre, ¿cómo no tenerte presente en todos los días de mi vida? Madre, eres siempre la última solución a mis problemas, porque Tú, y en nombre de tu Hijo, siempre estás esperándome, y nunca te cansas de esperar.
Madre, enséñame el camino de perfección. Tu Hijo nos lo ha pedido, y todo lo que Él nos pida es posible, porque con, en y por Él todo se puede. Tú lo has experimentado cuando por medio del Ángel Gabriel te lo pidió, y tú supiste responder. Tú has sabido cumplir esa Voluntad que Él, en Mt 5, 48 nos ha pedido. Tú, Madre, has cumplido esa petición que tu Hijo nos ha pedido.
Tú, Madre, has llegado a la perfección, y el Padre te ha llenado de Gracia, y está contigo. Tú, Madre, eres bendita entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de tu Vientre: Nuestro Señor Jesús. Tu Hijo, el Mesías prometido y enviado por el Padre para salvación de todos los hombres. ¡¡Qué Honor, Madre!!
Madre, Madre de Dios y madre nuestra también, ruega por todos nosotros y enséñanos a ser perfectos como el Padre celestial es perfecto. Es nuestra máxima preocupación. Todos los blogueros, junto a nuestro Papa Francisco, queremos cumplir esa petición que tu Hijo nos ha lanzado. Sí, Madre, queremos ser perfecto como el Padre, para poder amar como Él y como nos ama tu Hijo.
Tú, Madre, tienes experiencia de ello. Has sabido ser una verdadera Madre con tu Hijo, y una esposa modelo con José, tu castísimo esposo. Eres un modelo de perfección y una Madre para enseñarnos el Camino de Perfección. Madre se nuestra Madre de viaje, y junto a José, tu esposo, intercedan por nosotros para que, cada día, seamos un poquito más perfecto como el Padre. Tener una Madre como Tú nos da mucha confianza y esperanza. Gracias, Madre.