Te envío un cordial saludo.
En esta ocasión vengo a compartir contigo un texto de la palabra de Dios,
que a mí como joven creyente, me ha ayudado, me ha consolado, me ha corregido;
es un texto de la escritura que quizás ya conozcas y que está en Juan
capítulo 4, versículo 10.
Jesús le
respondió: —Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber,
sin duda que tú me pedirías a mí y yo te daría agua viva.
Conocer a Jesús no es igual
que conocer a un personaje histórico como Sócrates, Alejandro Magno
o Isaac Newton, no es lo mismo si te preguntarán: —¿Tú conoces a fulano? –es
tu mejor amigo– y tu respondes: —Pero
claro que lo conozco, si es mi amigo de toda la vida, hasta nos hemos ido
de vacaciones juntos, de hecho come lo que sería la comida para cinco personas
y ronca, si lo escucharas, por qué, qué quieres preguntarme de Él.
Así deberíamos de conocer a Jesús.
No esperes a que un
sacerdote o el pastor te dé a conocer a Jesús, no pueden, aun
cuando sean buenos en teología y demás, no pueden, porque Jesús mismo
dice en la Biblia: —Nadie
viene a mí, si el Padre no lo atrae. Y después dice: —Nadie conoce al hijo, sino el Padre.
Y si el Padre no envía al Espíritu Santo para que tú y yo lo conozcamos de verdad,
entonces no lo vamos a conocer.
Es impórtate pedir
al Señor que nos conceda conocerle, a María que nos
presente a su hijo: ¡Yo
quiero conocer a Jesús! En nuestra vida viven dos espíritus, el
espíritu del hombre viejo que ya lo conocemos, con sus pensamientos egoístas y
el espíritu del hombre nuevo, que es el espíritu de Jesús, hay que pedir
el Espíritu Santo. Jesús anhela ser conocido y quiere tener algo
importante contigo y conmigo.
Dice Jesús: —Si conocieras el don de Dios y quien es el
que te pide de beber. «El don de Dios es el amor» y un don
es un regalo que se da voluntariamente, Dios nos dio a su único hijo para salvarnos, por eso
el amor no es un sentimiento, no es una hormona, ni tampoco una
emoción, el amor es una persona y se llama Jesús. Si conoces a
Jesús podrás vivir el amor con tus amigos, con tu novia, con tu familia y no
cualquier amor, porque solo el amor verdadero viene de Dios. Para un matrimonio
el amor puede durar entre 8 y 9 meses, pero si quieren amarse para toda la
vida, van a tener que vivir con Dios adentro. Si conociéramos el amor
que Dios nos tiene, si conociéramos la misión que Él tiene reservada para
nosotros, si conocieras lo que Dios nos quiere regalar.
Recibe un
saludo en el Señor,
Tu amigo, Daniel Espinoza.
Tu amigo, Daniel Espinoza.
SECCIÓN: JÓVENES BLOGUEROS CON EL PAPA