15 de mayo de 2014

Comenzó seminario de Comunicación para obispos del cono sur CRONICA

El encuentro reúne, del 12 al 15 de mayo, a 35 obispos en el Centro Loyola, en Buenos Aires,  con la finalidad de repensar la comunicación eclesial desde la cultura del encuentro


El seminario es organizado por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS) y por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) a través de sus departamentos Comunicación y Prensa, y Misión y Espiritualidad. Participan en el taller obispos procedentes de Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay y Uruguay, además de representantes de las instituciones organizadoras.

La primera jornada de trabajos se inició con la eucaristía con laudes, presidida por el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires. En su homilía, el cardenal Poli destacó que el Espíritu Santo siempre precede en los procesos comunicativos de la evangelización. Citando la lectura de los Hechos de los Apóstoles, subrayó la disposición de Pedro a ir al encuentro de los no judíos superando los prejuicios de su contexto. A esa conversión somos invitados, manifestó el arzobispo de Buenos Aires.

Monseñor Claudio María Celli, presidente del PCCS, abrió el Seminario expresando que el papa Francisco ha enviado un afectuoso saludo a los obispos participantes en el taller y ha recordado que se siente muy cerca de ellos y reza por su ministerio. También celebrn de esfuerzos que han hecho posible este encuentro y que se ha visto fortalecida y porufndizada con el apoyo y empeño del PCCSaó la profunda sintonía entre el PCCS y el CELAM en cuanto a las visiones y perspectivas de comunión eclesial.

Al servicio de una cultura del encuentro

“La comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro”, el tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2014, es el núcleo que articula todas las conferencias y talleres del seminario.

Monseñor Celli expuso interesantes datos sobre la realidad comunicativa actual y las tendencias en el consumo de medios por parte de las nuevas generaciones. A su juicio, esta realidad plantea diversas preguntas a la Iglesia, respecto de cómo estamos llegando a la gente, especialmente a los jóvenes, con nuestro mensaje. Hizo hincapié en que, a pesar de que progresivamente se va abandonando una mirada simplemente “instrumental” desde la Iglesia a la comunicación, aún estamos lejos de asumir una mirada centrada en la relación entre personas.

Citando documentos del Magisterio, monseñor Celli afirmó que lo crucial en la comunicación de Iglesia no reside en las tecnologías sino en la cultura que las personas que se relacionan conforman en esta realidad tecnológica. “No se trata de usar Internet sino de estar en ella, en el ambiente vital que esta red supone”, precisó.

La “magia” del encuentro

Posteriormente, el profesor Galo Pozo, ecuatoriano, desde la psicología de la comunicación profundizó en la cultura del encuentro. Recordó que el encuentro es un proceso en el cual el ser humano hace un esfuerzo por ir hacia otro desde su propia identidad: “Esto hace que cuando yo me encuentro con el otro soy más yo mismo y ayudo a que el otro sea más él mismo”.

Profundizando el concepto de identidad, el profesor Pozo destacó que la relación se construye de persona a persona, y no de rol a rol. “El encuentro solo es posible cuando, de persona a persona, puedo ser yo mismo y ayudar al otro a ser el mismo”.

A partir de diversas realidades cotidianas de encuentro y desencuentro, ahondó en las tres condiciones necesarias para un verdadero encuentro: que cada uno haya aprendido algo de sí mismo, que cada uno ayude al otro a sacar lo mejor de sí mismo, y que exista una transformación en cada quien.

Pozo condimentó su charla con dinámicos y lúdicos ejemplos a través de trucos de magia que causaron admiración y aplauso de la audiencia episcopal.


Comunicación estratégica en la Iglesia 

La tercera charla del día estuvo a cargo de la Decano de la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Silvia Pellegrini, quien abordó el tema de la importancia de una estrategia en la comunicación. Subrayó que la comunicación estratégica solo puede ser concebida desde el enorme valor del otro, del prójimo.

Describió algunas tendencias significativas en la comunicación y los desafíos que ellas suponen para la misión e la Iglesia. El paso de una relación lineal a una relación en red, el predominio de la libertad e individual, la prevalencia de derechos sobres deberes y la atención fragmentada fueron algunos de los puntos abordados por la profesora Pellegrini.     

“Hay que convertir la difusión en comunicación, no basta con tener un sitio web, la tranquilidad no descansa en la transmisión del mensaje, sino en el momento en que nos convertimos en un nodo de red”, explicó. En ese sentido, invitó a los obispos a buscar retroalimentación, monitoreando reacciones para tomar el pulso al proceso comunicativo. Valoró los grupos de trabajo en sistemas colaborativos, y advirtió que hay que tener un enorme cuidado en no decir medias verdades.

Citando a Francisco Barranco, recordó que la estrategia de comunicación consiste en definir con claridad quiénes somos y qué ofrecemos. “Nada más, y nada menos”. Luego profundizó en cuatro elementos para una estructuración inicial de la estrategia comunicacional: la posición, que corresponde a la identidad (desde dónde hablo);  la prospección, es decir, los grupos de interés (a quién hablo y en qué contexto); la pauta, es decir la narración (qué digo y cómo lo digo); y la perspectiva, el sentido (para qué y con qué objetivo).



Comunicación, columna vertebral en la Iglesia

Posteriormente el profesor Arturo Merayo, español, consultor de comunicación, periodismo e inteligencia emocional, ofreció la conferencia “Nuevas Tecnologías: asumir y habitar el nuevo ambiente comunicativo”.

El expositor sostuvo que en el escenario comunicativo y tecnológico que vivimos, con un debilitamiento de la autoridad, cambios rápidos y constantes, y sobreinformación, la comunicación está en la columna vertebral de la vida de toda persona, también de todo cristiano y de todo sacerdote, y eso exige un liderazgo emocional.

Añadió que la comunicación no es algo decorativo, estético o anecdótico, sino que responde a una opción directiva, estructural, integral y permanente. La comunicación corporativa requiere una dirección de comunicación que, a su vez, supone contar con un Plan de Comunicación: “La comunicación no consiste en  dar gritos, ni en aplicar maquillaje, ni en poner la guinda a una torta. La comunicación es esencial, forma parte de los fundamentos y una comunicación integral pasa siempre e inexcusablemente por los comportamientos individuales”, manifestó el profesor Merayo. Y con variados ejemplos, recordó que una buena comunicación debe ser simple, específica, clara, sorprendente y emotiva.

Con relación a las nuevas tecnologías, planteó que la Iglesia no puede vivir de espaldas a ellas. “Es cierto que Internet y el ámbito digital son peligrosos, pero también los automóviles y los microondas son peligrosos. Tenemos que estar en el mundo digital, porque la Iglesia ha de estar donde el ser humano está, sin perder la identidad, utilizando el lenguaje y las formas propias de cada medio, con propuestas claras, compartiendo, no imponiendo”, apuntó.

Tras esta charla los obispos dialogaron libremente sobre los temas reflexionados en las primeras sesiones del día, en un trabajo por grupos.

Comunicación en situación de crisis

Las sesiones del día concluyeron con una conferencia del portavoz de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro, acerca de Comunicación en situación de crisis. Exhibiendo el tratamiento mediático que tuvieron episodios de diversa naturaleza que han involucrado a actores e instituciones de la Iglesia, el periodista planteó que el abordaje de las situaciones críticas nos desafía en el núcleo de nuestra misión evangelizadora.

Puso énfasis en la pertinencia de abordar las situaciones críticas, en todo su proceso, a partir de una profunda experiencia espiritual. Desde ese contexto explicó los alcances de la crisis en una institución y cómo ella amenaza los objetivos, altera la relación con sus públicos, y requiere de una intervención extraordinaria de la autoridad, en un escenario con niveles de estrés inusitados y con tiempos limitados.

Junto con recordar los elementos de “noticiabilidad” y otros elementos que ayudan a comprender el escenario de los medios ante una crisis, el profesor Coiro profundizó en los rasgos de una cultura preventiva que permita abordar de mejor modo las situaciones de emergencia.

“Es en este momento complejo, doloroso y tenso de la crisis, cuando demostramos o no la coherencia de los actores eclesiales con la identidad y misión de la Iglesia, dada por Jesucristo”. Citando al papa Francisco que invita a mirar la comunicación como proximidad, Coiro se detuvo en la párabola del Buen Samaritano que el Santo Padre emplea para explicar este concepto: “En cada situación de crisis que enfrentamos, vayamos a cada personaje de esta parábola y descubramos qué rol estamos desempeñando y hacia quien expresamos nuestra prioridad”.

Posteriormente hubo un diálogo entre los obispos conducido por monseñor Claudio María Celli y monseñor Adalberto Martínez, obispo castrense de Paraguay y presidente del Departamento de Comunicación y Prensa del CELAM, en que se intercambiaron inquietudes acerca de los temas reflexionados durante el día. La primera jornada del seminario taller para obispos concluyó con el rezo comunitario de Vísperas.

Wilson Velásquez

Fuente: PCCS - CELAM