27 de noviembre de 2012

Smart Santander. Conferencia de Luis Muñoz



Publicamos hoy la tercera conferencia del día 5 de octubre de 2012, en el marco del II Encuentro de Blogueros con el Papa, pronunciada por Luis Muñoz, uno de los mayores expertos en el proceso de adaptación de las nuevas tecnologías a las ciudades. Santander está siendo una ciudad puntera en este campo y Luis Muñoz expuso brillantemente en qué consiste el proyecto Smartsantander, aunque lo hizo adaptando el discurso al tipo de público que le escuchaba. 


22 de noviembre de 2012

Rome Reports, explicada por Alberto Chinchilla




Alberto Chinchilla, Subdirector de Rome Reports, nos explica en qué consiste esta nueva agencia de noticias por medio de la televisión, cómo surgió y cuál es el papel que cumple en la Nueva Evangelización.

Este joven periodista, a quien podréis conocer un poco mejor después de leer este enlace, participó en el II Encuentro Internacional de blogueros con el Papa pronunciando esta segunda conferencia del día 5 de octubre pasado, en Santander. De una manera práctica y amena, Alberto Chinchilla compartió con nosotros muchos recuerdos y experiencias que ha vivido en relación a la visita del Papa a Barcelona y otros momentos en los que se ha puesto de manifiesto la importancia de los nuevos medios de comunicación en la Evangelización de la Red. Terminó su ponencia desarrollando el decálogo de todo comunicador, especialmente si lo que pretende es comunicar la propia fe.

Os dejamos con él.



17 de noviembre de 2012

Evangelizar en la Red. Carmen Álvarez Mira


Primera conferencia del II Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa, el día 5 de octubre de 2012, en Santander, a cargo de Carmen Álvarez Mira.

En las próximas semanas iremos publicando las ponencias que se pronunciaron en esos días.

Carmen Álvarez abrió el Encuentro con esta personal reflexión acerca de lo que significa Evangelizar en la Red. Aunque evangelizar siempre debe de ser idéntico en cualquier época -ser seguidor de Cristo y testimoniar la alegría de una vida transformada por la gracia-, sin embargo los modos de hacerlo pueden variar mucho según las épocas y los lugares. En este caso, el nuevo "planeta" o universo de la Red plantea también nuevos retos y exige también nuevos planteamientos.

14 de noviembre de 2012

El mensaje a los gobernantes

El primero de los mensajes finales que los Padres Conciliares quisieron enviar al mundo fue el dirigido a los gobernantes.

Se ha dicho con razón que en Concilio Vaticano II, la Iglesia se reconcilió con la modernidad, no tanto porque asumiera todos sus presupuestos sino porque aceptaba sus pretensiones de autonomía y libertad. Con este mensaje la Iglesia reconoce la autoridad y la responsabilidad de los poderosos de este mundo.
"Nos dirigimos, con deferencia y confianza, a aquellos que tienen en sus manos los destinos de los hombres sobre esta tierra, a todos los depositarios del poder temporal. Lo proclamamos en alto: honramos vuestra autoridad y vuestra soberanía, respetamos vuestra función, reconocemos vuestras leyes justas, estimamos a lo que las hacen y a los que las aplican". 
 Desde el Concilio Vaticano II el mundo no tiene razón alguna para sentir temor de los cristianos. Quizá en otra época, ellos se haya dejado llevar por la fuerza de las ideologías, pero ahora la Iglesia enseña que la Fe trasciende las culturas y las estructuras humanas. No hay que tener miedo en que la Iglesia imponga a la sociedad sus  valores y sus ideas. La Iglesia ama todo lo que de bueno hay en el mundo, empezando por la autoridad que Dios ha otorgado a los que rigen los destinos de los hombres.

Sin embargo, el Concilio recuerda a los gobernantes algunas verdades que conviene no olvidar.
1. Sólo Dios es grande. Sólo Él es la fuente de vuestra autoridad y el fundamento de vuestras leyes.
2. Es Jesucristo quien nos ha enseñado que todos somos hermanos: Él es el gran artesano del orden y la paz sobre la tierra.
3. Es Jesucristo el que bendice el pan de la humanidad, quien santifica su trabajo y su sufrimiento, quien le da alegraís que vosotros no podéis dar y la reconforta en los dolores , que vosotros no sabéis consolar. 
La Iglesia sólo pide una cosa a los que gobiernan los países del mundo.
"No os pide más que la libertad: la libertad de creer y predicar su fe; la libertad de amar a su Dios y servirle; la libertad de vivir y de llevar a los hombres su mensaje de vida".
A los nostálgicos de un orden cristiano temporal, esta afirmación -lo único que la Iglesia pide a las autoridades- les resulta escandalosa.  Y sin embargo se trata de una verdad totalmente radicada en el Evangelio. No son las leyes que se promulguen lo que hace realmente cristiano un país, sino el amor y el respeto a las personas y su libertad. Si los cristianos puede ejercer libremente su fe e influir en la sociedad mediante su buenas obras, ya no hay nada más que pedir.

¿Y si las leyes no son favorables a la Iglesia? ¿Y si no se respetan los principios del Derecho natural? Entonces, deberán ser los cristianos que viven en aquel país quienes influyan en la sociedad. Porque si son libres para poder hacerlo, la Iglesia no pide nada más a los gobernantes.

Joan Carreras del Rincón