26 de septiembre de 2018

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

El Papa Francisco nos habla hoy de su viaje a estas tres naciones, Lituania, Letonia y Estonia con motivo del centenario de su independencia. Destaca la necesidad de asentar nuestra vida en el Amor de Dios, pues sin Él nuestra vida no tiene sentido. Él es la Verdad y sólo la Verdad nos hace libre, condición indispensable y necesaria para, apoyados en Él, darle sentido, esperanza y plenitud de gozo eterno a la vida.

Gracias Santo Padre por estas palabras de esperanza que orientan nuestra vida y le da sentido. Gracias, porque también para nosotros supone un orientar nuestro camino y llenarlo de sentido y de esperanzas plenas en el Amor de Dios, que nos salva y nos redime. Y sobre todo, recordarnos la compañía de la Madre. Madre de esperanza que nos ayuda a encontrar ese camino que nos lleva a su Hijo.




PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles, 26 de septiembre de 2018


Queridos hermanos y hermanas:

En los últimos días realicé un viaje apostólico a Lituania, Letonia y Estonia, con motivo del centenario de su independencia.

Estos países, llamados Bálticos, son pueblos que bajo el yugo nacista y también soviético, sufrieron mucho. Ahora que gozan de libertad mi misión fue anunciarles nuevamente la alegría del Evangelio y la revolución de la misericordia y de la ternura, porque para darle sentido y plenitud a la vida, además de la libertad, es indispensable el amor que viene de Dios.

Durante este viaje, con marcado carácter ecuménico, me encontré con muchas personas. En Vilna, les recordé a los jóvenes la importancia del diálogo entre las generaciones, y en Riga, les subrayé a los ancianos la estrecha relación que existe entre la paciencia y la esperanza. También a los sacerdotes, consagrados y seminaristas, les manifesté que es indispensable estar centrados en Dios y arraigados en su amor, manteniendo viva la memoria de los mártires, para seguir su ejemplo y ser testigos de esperanza. Tampoco me faltó la oportunidad para honrar a las víctimas del genocidio judío en Lituania y de las persecuciones a todos los ciudadanos.

A estas tres Naciones las une una fuerte devoción mariana. Por ello, en las tres celebraciones eucarísticas, el santo Pueblo fiel de Dios que peregrina en esas tierras, ha renovado con María su «sí» a Jesucristo, suplicando a la Madre de Dios que continúe protegiendo y acompañando a sus hijos en estos momentos de su historia.


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica. Los animo a ser fieles al Evangelio de Jesús, que en tiempos de prueba da fuerza y alienta en la esperanza, y en tiempos de libertad ilumina la vida cotidiana de las personas, las familias y la sociedad. Que María, Madre de la Misericordia, nos acompañe en el camino de la caridad concreta y del servicio gratuito. Muchas gracias.

 AUDA

19 de septiembre de 2018

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Estás en el mundo y eso significa que vives y que has recibido cuidados, aunque en algunos casos no nos parezca los adecuados. Pero, tu vida sigue latiendo. Reconocer que esa vida, regalada por Dios, ha pasado a través del cuidado de tus padres es reconocer la importancia y el respeto que tus padres, por ser mediadores de Dios en darte la vida, merecen todo el respeto de tu parte.

Hermosa reflexión que el Papa Francisco nos ofrece hoy y nos alumbra, en el Espíritu Santo, a reconocer la gran importancia que tienen nuestros padres en nuestra formación y la presencia del Señor que nos descubre la gran importancia de la familia como escuela de aprendizaje y de amor.



PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles, 19 de septiembre de 2018


Queridos hermanos:

Reflexionamos hoy sobre el cuarto mandamiento de la ley de Dios: «Honra a tu padre y a tu madre, […] para que se prolonguen tus días y seas feliz en el país que Dios te da».

Honrar significa reconocer y dar importancia a los padres a través de acciones concretas, que manifiestan afecto y cuidado; y esto tiene como efecto una vida larga y feliz. La felicidad que promete el mandamiento no se encuentra vinculada a los méritos de los padres, sino en el reconocimiento y el respeto hacia quienes nos han traído al mundo.

Esta sabiduría milenaria evidencia la importancia del ambiente familiar en los primeros años de vida, que repercute en la posterior forma de ser y comportarnos. Podemos pensar en tantos jóvenes que, después de haber vivido una infancia difícil y dolorosa, se han reconciliado, a través de Cristo, con la vida y han sido un ejemplo luminoso para muchos otros. Los enigmas y los porqués de nuestra vida se iluminan descubriendo la presencia del Señor a nuestro lado. En Él, honramos a nuestros padres con la libertad de hijos adultos y los acogemos con misericordia y amor.


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica; en particular saludo a los participantes en el curso de rectores de Seminarios Mayores diocesanos, al grupo de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española, y a los catequistas de la Diócesis de Nogales, en México.
Los animo a reavivar en ustedes la gracia del bautismo que nos hace renacer de lo alto y ser hijos de Dios. Con esta consciencia, los invito a mostrar su cariño a sus padres, a través de signos concretos de ternura y afecto, y también con la oración.
Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

12 de septiembre de 2018

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

La vida es una amenaza que puede esclavizarte. Quizás te creas libre, pero debes pararte y pensar si realmente haces lo que quieres o estás guiado por unas apetencias que te esclavizan. Muchas veces te molestas contigo mismo porque no has hecho lo que querías y porque te sientes manejado por ti mismo. Quizás esas ansias, nos dice hoy el Papa Francisco, de ser primero, de tener más, de mandar, de satisfacerte, de poseer riquezas y poder...etc., hacen de ti un esclavo sin tiempo para descansar.

Es momento, siguiendo la reflexión del Papa Francisco, para pararte y meditar que haces de tu vida y donde apoyas tu descanso y tu paz. Leamos con serenidad, paciencia y paz las palabras que el Papa hoy nos ofrece en su audiencia de los miércoles.



PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles, 12 de septiembre de 2018


Queridos hermanos:

En el tercer mandamiento del Decálogo se pide observar el día de reposo. A diferencia del Éxodo, el libro del Deuteronomio establece este mandamiento para que el esclavo también pueda descansar y celebrar así el recuerdo de la Pascua de liberación; es decir, conmemora el final de la esclavitud ya que los esclavos por definición no podían descansar.

Hay muchos tipos de esclavitud, fruto de opresiones, violencias e injusticias; y también prisiones interiores, como los tormentos, los complejos o los obstáculos psicológicos. Pero hay una esclavitud que es más fuerte que cualquier otra: la esclavitud del propio yo. El “ego”, el yo, puede convertirse en un verdugo que tortura constantemente al hombre, procurándole la más profunda de las opresiones que es el “pecado”. No hay descanso para quien vive en la gula y en la lujuria; el ansia de poseer destruye al avaro, el fuego de la ira y la carcoma de la envidia corroen las relaciones; y el egocentrismo del soberbio lo aísla y aleja de los demás. La verdadera esclavitud es no saber amar.

El tercer mandamiento es una profecía de Nuestro Señor Jesucristo, que rompe las cadenas interiores del pecado y hace al hombre capaz de amar. En Cristo, el hombre encuentra el descanso de la misericordia y de la verdad que lo hace libre.


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española provenientes de España y América Latina, y en particular al grupo de sacerdotes venezolanos, acompañados por el Cardenal Baltazar Porras. Y aprovecho para agradecer a quienes, en Venezuela, sean sacerdotes, religiosos o laicos, se dedican al trabajo de la educación, a los educadores venezolanos. Hoy celebramos la fiesta del Santísimo Nombre de María. Pidámosle a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a vivir el descanso dominical como un tiempo privilegiado de encuentro con el Señor y con los demás, dejando que el amor de Jesús nos libere de todas nuestras esclavitudes. Que el Señor los bendiga a todos. Muchas gracias.


5 de septiembre de 2018

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hoy el Papa nos habla del descanso, del verdadero descanso como recompensa al trabajo. El descanso es consecuencia del trabajo y es momento de dar gracias por, primero poder trabajar, y, segundo, por todo lo que se tiene, incluso, como nos dice el Papa, en las dificultades y sacrificios.

No se descansa sin estar previamente cansado y hoy, muchos consideran el descanso como una actividad de desenfrenos, pasiones y diversión, cuando eso cansa más, pues al día siguiente estamos, si no enfermos, si con la cabeza algo traspuesta.



PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles, 5 de septiembre de 2018


Queridos hermanos y hermanas:

Hoy reflexionamos sobre el tercer mandamiento: «Fíjate en el sábado para santificarlo». Se debe distinguir entre el verdadero descanso y la evasión, tan común en nuestros días. Hoy se intenta evadir la realidad buscando una diversión que oculte nuestro descontento.

El sentido del auténtico reposo lo encontramos en las palabras del Éxodo: «Dios hizo el mundo en seis días, y el séptimo descansó». Ese descanso es la alegría de Dios por su creación, que era muy buena.

Para nosotros cristianos, el día del Señor es el domingo, y en la eucaristía, que significa “dar gracias”, se encuentra el culmen de esa jornada de contemplación y bendición, en la que acogemos la realidad y alabamos al Señor por el don de la vida, dándole gracias por su misericordia y por todos los bienes que nos concede.

El reposo es también un momento propicio para la reconciliación, para confrontarnos con las dificultades sin escapar de ellas, para encontrar la paz y la serenidad de quien sabe valorizar lo bueno que tiene, incluso en el lecho del dolor o en la pobreza.


Saludos:
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina.
Los animo a abrir el corazón a la Providencia divina y a descubrir la profunda verdad del Salmo: «Solo en Dios descansa mi alma»; y que, junto con la Virgen María, acojamos al Espíritu Santo para seguir las huellas de Cristo en el camino de la vida. Muchas gracias.