31 de diciembre de 2021

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN


  

 *ORACION FIN DE AÑO*

Antes de comenzar el nuevo año, podemos dar gracias por todas las personas y acontecimientos positivos del año viejo, para cargarnos de energía; y pedir perdón por lo que no hicimos bien_ :

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI. Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir. Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. También perdón por no corresponder a tu amor, por la oración que poco a poco fui aplazando. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón. Amén.

Desde mi parrquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina 
FELIZ AÑO NUEVO

 

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

*ORACION POR LA FAMILIA*

Señor, ¡Qué importante y decisiva es la familia para cada persona! Aunque toda familia tiene sus problemas, ¡cuántas cosas buenas podemos recibir de ellas! ¡Cuánto amor gratuito, cuántos desvelos, cuántos sacrificios por el bien de los hijos o los nietos.

Pero también es cierto que quien nos puede dar lo mejor también nos puede dar problemas. Ayúdame a curar las heridas provocadas por los míos y dame fuerza para estar cerca y apoyar a quienes sufren en su propio hogar.

Gracias por esa familia alargada, formada por las personas que comparten la vida, la fe, las angustias y las alegrías; por las que me apoyan y ayudan cuando tengo problemas, me consuelan cuando sufro,  me acompañan en la soledad, aman más a los que más lo necesitan. Gracias por tantos hombres y mujeres que cumplen tu voluntad, aunque no te conozcan. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

29 de diciembre de 2021

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

No fue nada fácil la huida a Egipto. Primero, porque cuesta comprender la tiranía y el miedo de aquellos que se sienten amenazados al perder su estatus y poder. Cuánta ambición de poder y riqueza que lleva hasta matar a unos inocentes. Y por otro lado, la humildad de José, humilde y obediente, que se fía de la señal que el ángel le descubre. El santo Padre nos alienta y anima con esta hermosa catequesis sobre San José.

 


 

PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Aula Pablo VI
Miércoles, 29 de diciembre de 2021

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Catequesis sobre san José 5. San José, emigrante perseguido y valiente

Queridos hermanos y hermanas:

Reflexionamos hoy, en este fin de año, sobre san José como emigrante perseguido y valiente, según lo que nos refiere san Mateo en el pasaje de la Huida a Egipto que hoy hemos escuchado. La Sagrada Familia, como tantos de nuestros hermanos y hermanas en la actualidad, experimentó también la injusticia y el sufrimiento de tener que dejar la propia patria debido a la prepotencia y violencia del poderoso de turno.

En este escenario se contraponen dos personajes. Por una parte, Herodes, que sintiéndose amenazado por el nacimiento del “rey de los judíos” y, defender su propio poder, decide asesinar a todos los niños de Belén menores de dos años. Él es símbolo de muchos tiranos de ayer y de hoy que quieren vencer sus miedos ejerciendo el poder de manera despótica y violenta. Por otra parte, san José, hombre justo y valiente, que para salvar la vida del niño y de la Virgen, se fía de la indicación del ángel y afronta todas las dificultades y peligros del viaje.


Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. En este tiempo de Navidad, imploremos al Señor Jesús, por intercesión de la Virgen y de san José, que nos conceda la gracia de fiarnos de la Providencia divina en todo momento, y también la valentía de acoger con espíritu cristiano de caridad y solidaridad a todos nuestros hermanos y hermanas que han tenido que huir de su tierra y abandonar sus hogares. Que el Señor nos conceda un año nuevo lleno de sus dones y sus bendiciones. Muchas gracias.

28 de diciembre de 2021

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

 *ORACION: CORAZÓN AGRADECIDO*

Tengo que proclamar bien fuerte lo que Tú, Señor, has hecho conmigo.

Tú me amaste, aún antes de que yo abriera los ojos a la luz de este mundo. Cada Navidad y cada día te vistes de carne, para que te vea. Me miraste con cariño, sonriendo, y me invitaste a seguirte, a vivir contigo y como Tú. Diste tu vida por mí, porque me amas, para que te ame. Abriste tu corazón para que entrara; me regalaste tu mismo Espíritu.

Contaré lo que Tú, Señor, has hecho conmigo. Viniste un día a mí y te quedaste conmigo. Me dijiste que me amabas y que contabas conmigo.

Diré lo que Tú, Señor, me pides: que ame, sólo eso. Que te ame a ti y a mis hermanos. Me aseguras tu fidelidad, que nunca se aparta de mi vida, porque aunque yo falle, Tú siempre estás conmigo. Amen. 

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

27 de diciembre de 2021

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

 

 *ORACION: AGRADECIDOS COMO MARÍA*

Señor, dame unos pies ligeros y unas manos abiertas, para servir a quién lo necesite, como los de María. Que no deje para mañana el bien que pueda hacer hoy.

Gracias por las personas acogedoras, como Isabel.

Gracias por las personas que me aman y se alegran al verme. Gracias por los que saben abrazarme, escucharme y hacerme sentir muy especial. Gracias por las personas que confían en mí.

Señor, gracias por las personas con las que puedo compartir la fe,

con las que puedo comprobar que mi fe no es una locura, con las que puedo apoyar mi fe pequeña y débil, con las que puedo disfrutar la alegría de sentirnos tocados por tu amor. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

25 de diciembre de 2021

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

*ORACION DE NAVIDAD*

Jesús, al nacer te hiciste pequeño y humilde, para que no te tengamos miedo y te acojamos, para curar nuestros aires de grandeza.

Jesús, fuiste un bebé para mostrarnos tu ternura, para que podamos sentir y gozar con tu cariño, para que nuestro corazón sepa recibir y regalar amor.

Jesús, te has acercado a nosotros, a todas las personas, para encontrarte con nosotros y darnos tu alegría, para que nos acerquemos a cuantos nos necesitan.

Jesús sigues a nuestro lado, en el corazón de cada persona, en el pan que comulgamos. Gracias por tu cercanía, por tu alegría, por tu paz. Amén

FELIZ NAVIDAD

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

  

*ORACION: GRACIAS, SEÑOR* 

Gracias, Señor, porque cuentas con personas pequeñas y humildes, por fijarte y llamar a María, por contar conmigo. 

Gracias porque jamás avasallas; propusiste, no impusiste a María la misión de ser Madre de Jesús y esperaste su respuesta. También a mí me muestras una misión y esperas, a veces muchos años, mi aceptación. 

Gracias, Señor, porque tú haces posible lo imposible, en María, en mí y en todas las personas que se fían de ti y cumplen tu voluntad. 

Gracias, Señor, por tu Espíritu Santo, el Espíritu creador de vida, en el alma y en el cuerpo de María, en nuestra vida, en la Iglesia y en el mundo.

Gracias, María; por enseñarnos a preguntar a Dios lo que no entendemos; por fiarte de Él; por ayudarnos a decir contigo y como tú: "Hágase en mi según tu palabra". Amén.

FELIZ NAVIDAD

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

24 de diciembre de 2021

SIMPLEMENTE, UNA ORACIÓN

 

 

 *ORACION: Sales a mi encuentro*

Tú me recuerdas cómo sales a mi encuentro siempre que estoy perdido, siempre que me alejo de ti.

Tú conoces mi desvalimiento, mi pequeñez, mi inconstancia, mis incoherencias y errores, y con ellos me quieres, Señor.

Tu sabes bien, Señor, qué es lo que me distrae de ti, lo que me hace mediocre.

Pero Tú, Señor, vienes a salvarme, me rescatas como oveja perdida y me metes en tu redil, que es donde están las fuentes de la Vida.

Tú te las arreglas, Señor, aunque yo me aleje, para que viva mi historia junto a ti.

Gracias, Señor, no puedo más que cantar tus maravillas y agradecer tus desvelos. Yo soy del todo tuyo, Dios mío. Amén

Desde mi parroquia, por el párroco
 D. Juan Carlos Medina Medina
 
DESDE MI PARROQUIA
"FELIZ NAVIDAD"

23 de diciembre de 2021

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

El Papa Francisco nos recuerda y nos llama la atención a reflexionar sobre a quienes va dirigido el anuncio de la Buena Noticia que viene, digamos, adjunta al nacimiento de Jesús. Solo la pueden recibir los pobres - pastores -  que en su pobreza se siente frágiles, tal como nos dice el Papa, y necesitan ser asistidos y salvados en sus necesidades. Y, también, aquellos que siendo rico no están apegados a sus riquezas - ejemplo de los magos - que buscan el verdadero sentido a sus vidas.

Dejemos que también ese Niño-Dios nazca en nuestros corazones haciéndole un hueco para que se quede     hospedado en nuestro interior y transforme nuestros corazones. Amén.

 



PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Aula Pablo VI
Miércoles, 22 de diciembre de 2021

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El nacimiento de Jesús

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy, a pocos días de la Navidad, quisiera recordar con vosotros el evento del cual no puede prescindir la historia: el nacimiento de Jesús.

Para cumplir el decreto del emperador César Augusto, que ordenaba registrarse en el censo del propio pueblo de procedencia, José y María van de Nazaret a Belén. Nada más llegar, buscan en seguida alojamiento, porque el parto es inminente; pero lamentablemente no lo encuentran, y entonces María se ve obligada a dar a luz en un pesebre (cf. Lc 2,1-7).

Pensemos: ¡el Creador del universo… a Él no le fue concedido un lugar para nacer! Quizá fue una anticipación de lo que dice el evangelista Juan: «Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron» (1,11); y de lo que Jesús mismo dirá: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Lc 9,58).

Fue un ángel quien anunció el nacimiento de Jesús, y lo hizo a los pastores humildes. Y fue una estrella la que indicó a los Magos el camino para llegar a Belén (cf. Mt 2,1.9-10). El ángel es un mensajero de Dios. La estrella recuerda que Dios creó la luz (Gen 1,3) y que ese Niño será “la luz del mundo”, como Él mismo se autodefinirá (cf. Jn 8,12.46), la «luz verdadera […] que ilumina a todo hombre» (Jn 1,9), que «brilla en las tinieblas y las tinieblas no la vencieron» (v. 5).

Los pastores representan a los pobres de Israel, personas humildes que interiormente viven con la conciencia de la propia carencia, y precisamente por esto confían más que los otros en Dios. Son ellos los primeros en ver al Hijo de Dios hecho hombre, y este encuentro les cambia profundamente. Cuenta el Evangelio que se volvieron «glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto» (Lc 2,20).

En torno a Jesús recién nacido hay también tres Magos (cf. Mt 2,1-12). Los Evangelios no dicen que fueran reyes, ni el número, ni sus nombres. Con certeza se sabe solo que desde un país lejano de Oriente (se puede pensar en Babilonia, Arabia o a en la Persia de aquella época) se pusieron en viaje para buscar al Rey de los Judíos, que en su corazón identifican con Dios, porque dicen que le quieren adorar. Los Magos representan a los pueblos paganos, en particular a todos aquellos que a lo largo de los siglos buscan a Dios y se ponen en camino para encontrarlo. Representan también a los ricos y a los poderosos, pero solo a los que no son esclavos de la posesión, que no están “poseídos” por las cosas que creen poseer.

El mensaje del Evangelio es claro: el nacimiento de Jesús es un evento universal que afecta a todos los hombres.

Queridos hermanos y queridas hermanas, solo la humildad es el camino que nos conduce a Dios y, al mismo tiempo, precisamente porque nos conduce a Él, nos lleva también a lo esencial de la vida, a su significado más verdadero, al motivo más fiable por el que la vida vale la pena ser vivida.

Solo la humildad nos abre a la experiencia de la verdad, de la alegría auténtica, del conocimiento que cuenta. Sin humildad estamos “aislados”, estamos aislados de la comprensión de Dios, de la compresión de nosotros mismos. Es necesario ser humildes para entendernos a nosotros mismos, mucho más para entender a Dios. Los Magos podían también ser grandes según la lógica del mundo, pero se hacen pequeños, humildes, y precisamente por esto logran encontrar a Jesús y reconocerlo. Aceptan la humildad de buscar, de ponerse en viaje, de pedir, de arriesgarse, de equivocarse…

Todo hombre, en lo profundo de su corazón, está llamado a buscar a Dios; todos tenemos esa inquietud y nuestro trabajo es no apagar esa inquietud, sino dejarla crecer porque es la inquietud de buscar a Dios; y, con su misma gracia, puede encontrarlo. Hagamos nuestra la oración de san Anselmo (1033-1109): «Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu busca a menos que tú me enseñes, y no puedo encontrarte si tú no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré» (Proslogion, 1).

Queridos hermanos y hermanas, quisiera invitar a todos los hombres y las mujeres a la gruta de Belén a adorar al Hijo de Dios hecho hombre. Cada uno se acerque al pesebre que hay en su casa o en la iglesia o en otro lugar, y trate de hacer un acto de adoración, dentro: “Yo creo que tú eres Dios, que este niño es Dios. Por favor, dame la gracia de la humildad para poder entenderlo”.

En primera fila, al acercarse al pesebre y rezar, quisiera poner a los pobres, que ―como exhortaba san Pablo VI― «debemos amar, porque en cierto modo son sacramento de Cristo; en ellos ―en los hambrientos, en los sedientos, en los exiliados, en los desnudos, en los enfermos y en los prisioneros― Él ha querido místicamente identificarse. Debemos ayudarles, sufrir con ellos, y también seguirles, porque la pobreza es el camino más seguro para la plena posesión del Reino de Dios» (Homilía, 1 de mayo 1969).  Por esto debemos pedir la humildad como una gracia: “Señor, que no sea soberbio, que no sea autosuficiente, que no crea ser yo mismo el centro del universo. Hazme humilde. Dame la gracia de la humildad. Y con esta humildad yo pueda encontrarte”. Es el único camino, sin humildad no encontraremos nunca a Dios: nos encontraremos a nosotros mismos. Porque la persona que no tiene humildad no tiene horizontes delante, solamente tiene un espejo: se mira a sí mismo. Pidamos al Señor que rompa el espejo y poder mirar más allá, hacia el horizonte, donde está Él. Pero esto debe hacerlo Él: darnos la gracia y la alegría de la humildad para hacer este camino.

Y después, hermanos y hermanas, quisiera acompañar a Belén, como hizo la estrella con los Magos, a todos aquellos que no tienen una inquietud religiosa, que no se plantean el problema de Dios, o incluso combaten con la religión, todos aquellos que indebidamente son denominados ateos. Quisiera repetirles el mensaje del Concilio Vaticano II: «La Iglesia afirma que el reconocimiento de Dios no se opone en modo alguno a la dignidad humana, ya que esta dignidad tiene en el mismo Dios su fundamento y perfección. […] La Iglesia sabe perfectamente que su mensaje está de acuerdo con los deseos más profundos del corazón humano» (Gaudium et spes, 21).

Volvamos a casa con el deseo de los ángeles: «Paz en la tierra a los hombres que ama el Señor». Y recordemos siempre: «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó […]. Él nos amó primero» (1 Jn 4,10.19), nos ha buscado. No olvidemos esto.

Este es el motivo de nuestra alegría: hemos sido amados, hemos sido buscados, el Señor nos busca para encontrarnos, para amarnos más. Este es el motivo de la alegría:

saber que hemos sido amados sin ningún mérito, siempre somos precedidos por Dios en el amor, un amor tan concreto que se ha hecho carne y vino a habitar en medio de nosotros, en ese Niño que vemos en el pesebre. Este amor tiene un nombre y un rostro: Jesús es el nombre y el rostro del amor que está en el fundamento de nuestra alegría.

Hermanos y hermanas, os deseo feliz Navidad, una feliz y santa Navidad. Y quisiera que ―sí habrá felicitaciones, las reuniones de familia, esto es muy bonito, siempre― pero que haya también la conciencia de que Dios viene “por mí”. Cada uno diga esto: Dios viene por mí. La conciencia de que para buscar a Dios, encontrar a Dios, aceptar a Dios hace falta humildad: mirar con humildad la gracia de romper el espejo de la vanidad, de la soberbia, de mirarnos a nosotros mismos. Mirar a Jesús, mirar el horizonte, mirar a Dios que viene a nosotros y que toca el corazón con esa inquietud que nos lleva a la esperanza. ¡Feliz y santa Navidad!


Saludos:

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. Que el nacimiento de Cristo llene sus corazones y el mensaje de los ángeles: «Paz en la tierra a los hombres que ama el Señor» presida sus vidas, recordando que Dios nos ha amado primero. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias y feliz Navidad.


LLAMAMIENTO

Durante mi viaje a Chipre y Grecia pude tocar con la mano, una vez más, la humanidad herida de los refugiados y de los migrantes. También constaté que solo algunos países europeos están soportando la mayor parte de las consecuencias del fenómeno migratorio en la zona mediterránea, mientras que en realidad esto requiere una responsabilidad compartida por todos, de la cual ningún país puede eximirse, porque es un problema de humanidad.

En particular, gracias a la generosa apertura de las autoridades italianas, he podido traer a Roma un grupo de personas, que conocí durante mi viaje: hoy están aquí en medio de nosotros algunos de ellos. ¡Bienvenidos! Nos haremos cargo, como Iglesia, en los próximos meses. Es un pequeño signo, que espero sirva de estímulo para otros países europeos, para que permitan a las realidades eclesiales locales a hacerse cargo de otros hermanos y hermanas que deben ser urgentemente ubicados, acompañados, promovidos e integrados.

Son muchas las Iglesias locales, las congregaciones religiosas y las organizaciones católicas que están preparadas para acogerlos y acompañarlos hacia una integración fecunda. ¡Solo es necesario abrir una puerta, la puerta del corazón! ¡No dejemos de hacerlo en esta Navidad!

 


Resumen leído por el Santo Padre en español

Queridos hermanos y hermanas:

Cercanos a la Navidad, reflexionamos sobre el nacimiento de Jesús, que al entrar en el mundo no encontró sitio en la posada. Fueron el ángel y la estrella los que lo anunciaron y guiaron a los pastores y a los magos hacia Él. Y en estos personajes reconocemos a los pobres del mundo que son conscientes de su fragilidad y también a los que teniendo posición o riquezas no viven sometidos a ellas. Su ejemplo nos invita a recorrer la vía de la humildad, la única que conduce hacia el Señor, y volver, como ellos, trasformados y glorificando a Dios por las maravillas que habían visto y oído. 

La estrella, luz creada, nos lleva a adorar a Jesús, verdadera Luz del mundo. Y para seguirla hay que buscar, ponerse en camino, correr riesgos, pedir, preguntar e, incluso, equivocarse. Hoy, quisiera llevar a Belén a los pobres que, en palabras de san Pablo VI, son sacramento de Cristo, y también a aquellos que creen no tener Dios, para que puedan comprender que sólo en Él se colman los anhelos y se llega a ser profundamente humanos.

15 de diciembre de 2021

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hay momentos que nos exigen estar en silencio y, es, entonces, cuando te das cuenta de todo lo que llevas dentro sin advertir que son una carga más que una necesidad. La necesidad de buscar espacios de silencio en nuestra vida son imprescindibles y necesarios. El silencio descubre mucha basura con la que cargas sin necesidad ni servirte para nada. Y vaciarte de ella te ayudará a ver con claridad donde está realmente el Camino, la Verdad y la Vida.

Hoy, el Papa Francisco, nos habla del silencio de san José, que busca, en y con una actitud de escucha y atención, la Voz y la Palabra de Dios para actuar según su Voluntad. Una buena actitud para imitar en este tiempo de Adviento.


PAPA FRANCISCO


AUDIENCIA GENERAL

Aula Pablo VI
Miércoles, 15 de diciembre de 2021

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Queridos hermanos y hermanas:

Continuamos con nuestra reflexión sobre la figura de san José. Los Evangelios no refieren ninguna palabra suya, sino su actitud de silencio, de escucha y de acción, que nos pone de relieve su interioridad profunda. José de Nazaret nos invita a descubrir la dimensión contemplativa del silencio, no para aislarnos de los demás, sino para dar espacio a Jesús, la Palabra de Dios hecha carne, y escuchar su voz.

En contraste con este mundo ruidoso y caótico en que vivimos, el silencio nos da miedo y nos inquieta, eso es verdad. Pero no nos aflijamos. Sigamos, en cambio, el ejemplo de san José de ponernos a la escucha atenta del Espíritu Santo que vive en nosotros, para que la fuerza transformadora de su amor convierta nuestros corazones y de nuestra boca salgan sólo palabras buenas de bendición, de aliento y comprensión que edifiquen, sostengan y consuelen a todos nuestros hermanos y hermanas.


Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Señor Jesús, por intercesión de san José, que nos libre de los pecados de la lengua, el odio, la calumnia, la difamación, y nos conceda la gracia de que nuestras obras coincidan con nuestro hablar, y que seamos ante los demás testigos alegres y creíbles del amor misericordioso de Dios por toda la humanidad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

1 de diciembre de 2021

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Es evidente que aquellos momentos vividos por José - desde el contexto social de aquel tiempo - tuvieron tinte de tragedia, pues de actuar de una u otra manera, María podía ser acusada de adulterio. Indudablemente, José era un hombre justo, y como nos señala el Papa Francisco, amaba a María y eludió hacerle daño. Luego, le fue mostrado el plan de Dios y ambos abrieron su corazón aceptando su Voluntad.

En muchos momentos de nuestra vida podemos encontrarnos en situaciones parecidas en cuanto a responder al plan que Dios haya pensado para nosotros. La respuesta de José y María nos puede ayudar a encontrar caminos de aceptar y responder a la Voluntad de Dios sobre cada uno de nosotros. Amén.

 


PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Aula Pablo VI
Miércoles, 1 de diciembre de 2021

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Catequesis sobre san José 3. José, hombre justo y esposo de María

Queridos hermanos y hermanas:

En este camino de reflexión sobre la figura de san José, destacamos hoy que fue un hombre “justo” y el “prometido esposo de María”. Recordemos que, en aquel tiempo, el matrimonio tenía dos fases. La primera era un compromiso, en el que la novia seguía viviendo en la casa paterna, pero ya era considerada “esposa” de su prometido. Fue durante este tiempo que María, aunque no vivían juntos, quedó embarazada, quedando expuesta a la acusación de adulterio.

José, que era un hombre justo —es decir, observante de la ley— y amaba a María, decidió romper su compromiso en secreto, sin exponerla a la humillación pública. Pero en su discernimiento intervino la voz de Dios que, a través de un sueño, le reveló un horizonte más amplio del que él había imaginado. En medio del drama que inicialmente parecía destruir sus planes de matrimonio, María y José supieron abrir sus ojos a la realidad tal como se presentaba, acogiendo el proyecto de Dios con amor maduro y responsabilidad.


Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Hoy quiero dirigirme de un modo especial a todos los novios cristianos. Ustedes están llamados a testimoniar un amor como el de María y José, un amor que pase del enamoramiento a la madurez, para que sea pleno y duradero. Pídanle a san José —que fue valiente en este paso— que los ayude a vivir el noviazgo con alegría y con radicalidad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.