
Hermosa reflexión que el Papa Francisco nos da hoy. A mí, personalmente, se me ocurre comparar nuestras oraciones con la experiencia de niño con nuestros padres. ¡Cuántas cosas les pedíamos y cuántas negativas recibíamos! Nuestra corta mente no nos permitía ver que lo que pedíamos, a largo plazo no nos convenía. Igual nos ocurre en nuestra relación personal con nuestro Padre Dios. Solo que, nuestro Padre del Cielo sabe realmente, a diferencia de...