1 de agosto de 2014

Religiosas del LCWR Promueven Apostasía e Ideologías Ajenas a Nuestra Fe.

     Cardenal Gerhard Ludwig Muller                           Barbara Marx Hubbard
Prefecto de la Congregación para la                            Ideóloga Coevolucionista
Doctrina de la Fe


“La renovación de la Iglesia pasa también a través del testimonio ofrecido por la vida de los creyentes: con su misma existencia en el mundo, los cristianos están llamados efectivamente a hacer resplandecer la Palabra de verdad que el Señor nos dejó…”

                          -Papa Benedicto XVI. Motu proprio ‘Porta Fidei’,  (La Puerta de la Fe) No. 6-
        
         Con estas palabras, el Papa Benedicto XVI anunciaba el inicio del  Año de la Fe, por iniciar en Octubre del 2012, enfatizando que la fe de la Iglesia es la que sostiene y anima el testimonio de vida cristiana. Estas palabras aplican a todos nosotros los bautizados que nos hemos comprometido a vivir la fe; pero esto es aún más relevante para quienes han sido llamados a ofrecer a la Iglesia y al mundo, el testimonio de la vida consagrada.

 No obstante el ánimo de renovación que proclamaba el Papa Benedicto XVI desde Octubre del 2011, cuando publicó ‘Porta Fidei’, surgían voces de disensión y apostasía desde el interior de la misma Iglesia. Las religiosas que integran el LCWR (Leadership Conference of Women Religious), que agrupa a religiosas de la mayoría de las congregaciones de religiosas en Estados Unidos, desafiaban abiertamente a la CDF (Congregación para la Doctrina de la Fe), y al  Cardenal William Levada, en ese entonces, el Prefecto,  en presencia  del Arzobispo Peter Sartain, como delegado. La junta había sido requerida por el LCWR, para tratar sobre lo que la Hna. Pat Farrell, OSF, su presidente, consideraba ‘deficiencias en el proceso de evaluación doctrinal que CDF había reportado en Abril del 2012’.

La evaluación de la CDF había sido solicitada desde el 2009, cuando el Cardenal Levada envió una misiva dirigida al LCWR, informándoles de la decisión de iniciar esta evaluación doctrinal. La carta se refería a una junta que habían sostenido el 2001 en Roma, las directoras del LCWR con staff de la CDF, en donde se les indicó que debían reportar iniciativas planeadas o ya en proceso por dicha conferencia, para promover las enseñanzas de la Iglesia entre sus comunidades, especialmente la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis, que es la Declaración de esta Congregación Dominus Jesus, y el problema de la homosexualidad. La carta contenía la siguiente observación: “Dado el tenor y el contenido doctrinal de varias declaraciones en las asambleas anuales del LCWR a través de los años, este Discaterio concluye que los problemas que habían motivado su solicitud del 2001 continúan presentes”. Del 2001 al 2012, no se había observado ninguna corrección y continuaban las desviaciones doctrinales y el activismo.

El propósito de esta evaluación doctrinal fue ayudar al LCWR en su misión de promover una visión de comunión eclesial basada en la fe en Cristo y en las enseñanzas de la Iglesia, con fidelidad a las orientaciones del Magisterium.

La Hna. Pat Farrell no limitó este desviado contenido doctrinal a las asambleas anuales, emprendió una campaña mediática para atacar al Discaterio, habiendo concedido entrevistas en algunos de los medios seculares y otros muy radicales. Una de las más notorias fue la que concedió a NPR (National Public Radio).

Por su parte, el Cardenal de Nueva York, Timothy Dolan respondió en actitud conciliadora a través de un medio católico, The Catholic Channel (Sirius XM canal 129), fue un programa de preguntas y respuestas por teléfono, en donde también se habló de la reforma del LCWR. El Cardenal descartó el argumento que se estaba propagando en el sentido de que la Iglesia  silenciaba a las mujeres religiosas: “Yo creo que la Congregación para la Doctrina de la Fe está más bien diciendo, ‘hermanas,  apreciamos nuestro diálogo’ y el documento se extiende hasta el grado de alabar su brillante trabajo. Aun así, creo que la Santa Sede está diciendo ‘estamos tratando lo mejor para escucharlas, hermanas, las amamos, les agradecemos y apreciamos lo que hacen, queremos que continúen su trabajo. Lo que les pedimos es: ¿Podrían dedicarle su atención a algunas cosas que nos preocupan?” Evidentemente, las hermanas no están escuchando a la Iglesia.

Fue así que el 30 de Abril del 2014, el nuevo Prefecto de CDF, Cardenal Gerhard Müller, en nueva junta entre CDF y superioras del LCWR, hizo algunas indicaciones precisas sobre la implementación de la Evaluación Doctrinal, especialmente sobre la revisión de los estatutos y constituciones del LCWR. Esta Evaluación contenía conclusiones sobre las posiciones teológicas del LCWR, observando que la organización estaba auspiciando y promoviendo teorías y Gnosticismo incompatibles con la Fe Católica. El objetivo de estas observaciones estaba orientado a hacer que el LCWR reflexionara más explícitamente en la misión de una Conferencia de Superiores, como algo centrado en Jesús y apoyada en las enseñanzas de la Iglesia sobre la vida consagrada.

El Cardenal Müller fue explícito desde sus comentarios iniciales: “Hemos sido informados que desde el principio, las oficiales del LCWR han juzgado la Evaluación Doctrinal considerándola ‘errada’ y sus hallazgos como ‘acusaciones no probadas; mientras que las así llamadas ‘sanciones’ fueron ‘desproporcionadas al alcance de la organización, afectando su habilidad para cumplir su misión’. Es mi intención, al discutir estos asuntos franca y abiertamente con ustedes, ofrecerles una explicación sobre porqué creemos que las conclusiones de la Evaluación Doctrinal son precisas y ofrecen el camino de reforma necesario para asegurar que la vida religiosa florezca en Estados Unidos”.

Una lectura objetiva de estos pronunciamientos nos hace ver que el Cardenal Müller no está ‘jugando poker’ con el LCWR. Hizo sus observaciones respetuosamente, sin cambiar postura o eludir detalles; punto por punto fue clarificando cómo el LCWR no ha respondido debidamente a la Evaluación Doctrinal y qué es lo que sus líderes necesitan hacer. Sin dibujar ninguna línea en la arena, el Cardenal Müller más bien, dejaba entrever que ya había una línea trazada en la arena, al concluir: “El LCWR, como una entidad canónica dependiente de la Santa Sede tiene la profunda obligación de promover la fe, como el fundamento esencial de la vida religiosa. El estatus canónico y la visión eclesial van mano a mano, y en esta fase de implementación de la Evaluación Doctrinal, buscamos una expresión más clara de esa visión eclesial y signos más substanciales de colaboración”

Las líderes del LCWR volvieron a emprender otra campaña mediática contra los obispos y el CDF. Sus puntos de vista fueron ampliamente difundidos, mientras que las observaciones del Cardenal Müller fueron distorsionadas y no se citaban fuentes autorizadas de la Iglesia.  De hecho,  el LCWR ha caído teológicamente en errores, independientemente de que sus líderes sólo se ocupan de su imagen en los medios. No parecen ser las mismas hermanas que dieron testimonio heroico por varias generaciones, en las escuelas católicas, hospitales, agencias de servicios sociales y en universidades; que ha quedado grabado en la memoria de muchos católicos y no-católicos, a quienes sirvieron desinteresadamente. El perfil actual del LCWR proyecta una filiación más compatible con un partido político socialista,  que fidelidad a sus votos religiosos.

Lo que promueven son corrientes de Gnosticismo que la Iglesia ya había combatido desde los siglos II y III. Una de las ideologías que menciona la Evaluación Doctrinal es la ‘Cocreación’.  El LCWR ha invitado varias veces a sus asambleas a Barbara Marx Hubbard, que sus líderes consideran ‘futurista visionaria’ y ella misma se dice ‘Evolucionista de la Conciencia’. Es una combinación de tendencia ‘New Age’ con un evolucionismo escalofriante. En sus propias palabras, Barbara Marx Hubbard  dice: “Según el lenguaje tradicional religioso, hemos sido creados a imagen de Dios y nos estamos pareciendo más a Dios. En el lenguaje evolucionario, nos estamos volviendo más coevolucionarios en el proceso. En la cocreación, nosotros portamos dos variedades –nuestra esencia espiritual y nuestras capacidades científicas y sociales- para participar en la creación. Cuando estas variedades se mezclan, nace un nuevo ser humano: un humano universal, un cocreador, una expresión  única y personal de lo divino. El paso más fundamental de un cocreador es una nueva espiritualidad, en la cual nosotros cambiamos nuestra relación con el proceso creativo, de creatura a cocreador –de evolución  inconsciente a consciente….” Esta ideología  no es otra que la exaltación del pecado de la soberbia en la voz del mismo demonio. Otra vez, como en Génesis 3, 5: “Es que Dios sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal”.

La Evolución de la Conciencia quiere que la humanidad compita con Dios. Proclama que la humanidad ya tiene la habilidad de seleccionar cómo seremos en el futuro, como se transformará la especie Homo Sapiens, partiendo de los avances de la ciencia, medicina, biotecnología, sicología y espiritualidad. Asume que los seres humanos estamos en la cresta de una evolución continua del universo. Sostiene algunos conceptos mal fundamentados en base a la llamada Teoría Integral, el cerebro global, a la conciencia colectiva y hasta citan la noósfera de Pierre Teilhard de Chardin. Además de Barbara Marx Hubbard, hay otros notables ideólogos, como Ervin Laszlo y Andrew Cohen, pero el LCWR prefiere a la feminista radical Hubbard.

Después de la carta del Cardenal Müller, Barbara Marx Hubbard respondió en ‘National Catholic Reporter’ a algunas de sus observaciones. Müller había ido a la raíz de los errores propuestos por LCWR, declarando: “Las tesis fundamentales de la evolución de la conciencia se oponen a la Revelación Cristiana. Cuando se consideran sin debida reflexión, conducen necesariamente a errores fundamentales con respecto a la omnipotencia de Dios, la Encarnación de Cristo, la realidad del pecado original, la necesidad de salvación y la naturaleza definitiva de la acción salvífica de Cristo en el Misterio Pascual”. No descartó que ese enfoque tan intenso en estas ideas coevolucionarias les ha robado a las religiosas la habilidad de sentire cum Ecclesia (pensar con la Iglesia, abrazando sus enseñanzas).  Por su parte. Barbara Marx Hubbard que es judía agnóstica, respondió que las tesis de la coevolución no están en conflicto con las enseñanzas de la Iglesia. Sin embargo, cree que falta una visión cósmica a nuestra fe.

Para quienes se sienten atraídos por estas ideologías, vale la pena recordarles del Orden Cósmico Trinitario y esto no es una novedad. Como Católicos estamos llamados a proclamar nuestra fe, aun en este mundo contemporáneo que se ha venido definiendo rápidamente por nuevos descubrimientos en los campos de la Física, Neurociencia, Cosmología, etc.  En esta perspectiva, hay un texto de san Gregorio Nacianceno que puede ser muy iluminador. Dice que en el mismo momento en que los Magos, guiados por la estrella, adoraron al nuevo rey, Cristo, llegó el fin para la astrología, porque desde entonces las estrellas giran según la órbita establecida por Cristo. La Trinidad y Cristo constituyen la fuente y el culmen de todo en la creación. Es posible que algunas personas se dejen llevar por ignorancia, por las tendencias y falta de compromiso, ya que no han profundizado en la Verdad de nuestra fe, pero si nos proponemos hacerlo, aceptaremos con más entusiasmo las enseñanzas de la Iglesia. Eso mismo se les pide a las religiosas del LCWR.


      Puerta de la Catedral Almudena en Madrid.



El Papa Benedicto XVI nos ofrece una perspectiva sobre este panorama: “en esta escena se invierte la concepción del mundo de entonces que, de modo diverso, también hoy está nuevamente en auge. No son los elementos del cosmos, las leyes de la materia, lo que en definitiva gobierna el mundo y el hombre, sino que es un Dios personal quien gobierna las estrellas, es decir, el universo; la última instancia no son las leyes de la materia y de la evolución, sino la razón, la voluntad, el amor: una Persona” (Spe Salvi, 5).

Como Iglesia, necesitamos retornar al Evangelio proclamado por Jesús, el histórico, para combatir estas apostasías, centrarnos en el Reino de Dios, que representa el gobierno de la Trinidad. Esto puede servir para configurar todas nuestras relaciones y estructuras en la Iglesia, de tal manera que el Catolicismo esté cimentado en comunidades cósmicamente Crísticas, compasivas, interconectadas y  contemplativas.

Ya contamos con  modelos de conectividad con el Cristo Cósmico, que prueban que la ‘economía de la salvación’ nos invita a desarrollar nuestra conciencia para darnos cuenta que el plan de Dios para el universo tiene un patrón Trinitario y Cósmico, que comprende la Iglesia y el Mundo de hoy. En ‘The Spirit of the Liturgy’,  publicada en 1999, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger escribe sobre el Cosmos, invocando dos cánticos de San Pablo para invocar un nuevo orden cósmico: “…el que está en Cristo es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo”. (2 Corintios 5, 17). La conciencia de esta realidad nos invita a desarrollar nuestras relaciones hacia un nuevo orden, es decir, erradicar todo aquello que refleje el viejo orden, como el racismo, etnocentrismo, clasismo, discriminación laboral, etc., para cambiarlo por formas de igualdad que reflejen la Trinidad.  “Los que os habéis bautizado en Cristo os habéis revestido de Cristo” (Gálatas 3, 27).  Ratzinger nuevamente advierte sobre estas tendencias evolucionarias modernas y cita a Teilhard de Chardin en el contexto correcto sobre la ‘Nóosfera’, “en donde él veía un cosmos en proceso ascendente y una serie de uniones que conducen a uniones más complejas, en las cuales el espíritu lo abraza todo y lo mezcla en una especie de organismo vivo. Partiendo de estos dos cánticos, Teilhard ve en Cristo a la energía que avanza hacia la nóosfera incorporando todo hacia sí en su totalidad. A partir de aquí, Teilhard le viene a dar un nuevo significado al culto Cristiano: la hostia en transubstanciación es la anticipación de la transformación y divinización de la materia en su totalidad ‘cristológica’. Es así, que la Eucaristía provee el movimiento del cosmos con su dirección; anticipando su meta y  apresurándola”.

La Iglesia no nos ofrece una fe fragmentada. Podemos revisar en los evangelios, los pasajes que se refieren al Hijo del Hombre. Jesús habla de sí mismo como pre-existente, se presenta como la figura que retornará en gloria cósmica.

“Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad, existe y fue creado”. (Apocalipsis 4, 11).

Las religiosas del LCWR necesitan acatar las disposiciones de la CDF para cumplir la misión que Dios les ha encomendado y que ellas mismas han aceptado en sus votos, pero aún más importante, por su salvación personal y para que no se pierdan del gozoso encuentro con  Jesús, el esposo cósmico que las llamará según Su Voluntad.

-Yvette Camou-
                                                    Bibliografía:
Biblia de Jerusalén. Desclée de Brouwer. Licencia de la Conferencia Episcopal Española. Bilbao, España. 2008.

Crosby, Michael, Fr. ‘Evolutionary consciousness points to a Trinitarian cosmic order’. National Catholic Register.  Print Edition. June 6th-19th, 2014.

Global Zenit News.  Rome's Zenit News.(English).  Fecha: Mayo 9, 2012./Cardinal Timothy Dolan’s Blog, Archdiocese of New York. May 8th, 2012.

Hubbard, Barbara Marx. Marx Hubbard responds to Cardinal Müller's LCWR comments, National Catholic Reporter, May 13th, 2014/The Catholic Progressive. May 13th-14th, 2014.

Müller, Gerhard Cardinal. Meeting of the Superiors of the Congregation for the Doctrine of the Faith with the Presidency of the Leadership Conference of Women Religious (LCWR), April 30th, 2014.


Motley Monk, “Cardinal Müller, the LCWR, the Doctrinal Assessment: The other side of the story…”.  The American Catholic/Omnibus. May 5th, 2014.

Papa Benedicto XVI. Motu proprio ‘Porta Fidei’. No. 6.  11 de Octubre del 2011. Editorial Buena Prensa. México. 2011.

Papa Benedicto XVI. Carta Encíclica ‘Spe Salvi’. No. 5.  30 de Septiembre del 2007. Roma.

Pentin, Edward. ‘Vatican Statement on LCWR meeting with CDF. National Catholic Register.  June 12th, 2012.

Ratzinger, Joseph Cardinal. (Papa Benedicto XVI). ‘The Spirit of the Liturgy’. Ignatius Press. 2000. Págs. 28 y 29.

Teilhard de Chardin, Pierre, SJ. ‘The Phenomenon of Man’. 2010. Harper Perennial Modern Classics. 2008