12 de abril de 2022

¿CUÁLES ERAN NUESTRAS INTENCIONES?

 

Posiblemente no nos demos cuenta de que toda misión apostólica no garantiza el éxito ni tampoco la aceptación de muchos. Porque, ¿qué anunciamos? ¿La Buena Noticia? ¿Y esa Buena Noticia quién la trajo? ¿No fue Jesús? ¿Y qué sucedió? Precisamente, en estos días estamos celebrando su fracaso. Es condenado y crucificado en la cruz. Y, es curioso, por todos nosotros. Incluso, por los que ahora, convertidos – entre paréntesis – estamos reconociéndole y glorificándolo. Y queremos anunciar su Amor Misericordioso.

Jesús se quedó solo. Su Madre, algunas mujeres y el discípulo Juan estuvieron al pie de la cruz. Y, después, el Señor estuvo apareciéndoseles a lo largo de cincuenta días hasta que se dieran cuenta y tomaran conciencia de que, verdaderamente Él había Resucitado. Y, fue entonces cuando, llenos de Espíritu Santo, emprendieron la misión de anunciar la Buena Noticia. Y no se han cansado, ni tampoco han tirado la toalla. Siguen – la Iglesia – en la brecha. No hay otra Buena Noticia que la que nos anunció Jesús: gozo y felicidad plena eternamente junto al Padre. Si hay algo mejor quien lo tenga que levante la mano y me lo diga. Jesús ha vencido la muerte y, no solo eso, sino que nos ofrece una vida plena y feliz.

Ahora ¿cuáles son los resultados? Los mismos que hemos tenido nosotros con nuestra intención de anunciar al Señor en este mundo junto al Papa. Hablo de “Blogueros con el Papa”. ¿Y qué ha pasado? ¿Acaso esperábamos que nos aplaudieran? ¿Acaso esperábamos que nos aceptaran y que respondieran a nuestro anuncio y propuestas? ¿Acaso pensábamos que el mundo bloguero se iba a rendir a nuestros pies? Nada de eso. Supongo que lo evidente y lógico sería obtener los mismos resultados que tuvo y tiene Jesús en este mundo. Un mundo que parece estar de espalda a su anuncio y Amor Misericordioso. Un mundo que se cierra a escucharle y obedecerle. Pero, eso no es, ni razón ni justificación para abandonar. Todo lo contrario, para seguir adelante. La blogosfera está llena de personas – de forma virtual – pero, no dejan de ser personas. Y el anuncio de la Buena Noticia debe estar en esos lugares, anunciado por los que creen y siguen a Jesús. Es posible que muchos tengan otros menesteres, pero, la blogosfera necesita de blogueros católicos que mantenga levantada la cruz de Xto. Jesús. Esa es la razón por la que me mantengo, sencilla y humildemente, proclamando lo que llevo en mi corazón y lo que el Espíritu Santo me asiste y suelta por mis dedos en el teclado del ordenador. Sí, es necesario seguir y seguir proclamando que Dios, nuestro Padre, nos ama misericordiosamente y que Jesús, el Hijo de Dios, nos lo anuncia cada día por medio de nosotros.

No nos desanimemos porque, no vamos solos. El Espíritu de Dios nos acompaña, nos fortalece y nos asiste. Tengamos confianza y fe. La siembra nos corresponde a nosotros, la recogida y la cosecha es cosa del Padre. Así también lo hizo el Hijo. Nuestra misión bloguera es proclamar y anunciar, y si lo hacemos unidos junto al Papa, mejor que mejor. No debemos tener otras intenciones, sino la de vivir y anunciar lo que creemos y queremos vivir: El Amor Misericordioso del Padre que Jesús nos anunció.
Un abrazo muy fuerte a todos.