5 de noviembre de 2016

MARÍA, IDEAL DE SANTIDAD

María vivió junto a Jesús, y, sabemos, que la vida se contagia cuando se vive tan cerca. Es lógico suponer que la santidad del Hijo de Dios también llenó a María. Dios te salve, María. Llena eres de Gracia… María vive paso a paso los acontecimientos de los primeros años de la vida de Jesús. Es su Hijo y como Madre se preocupa de cuidarlo y protegerlo.

Pero cada detalle de Jesús es una oportunidad para sus padres de aprender, de llenarse de Gracia, de recibir las bendiciones del Padre Dios. María nos enseña a vivir dentro de los valores morales que Jesús nos instruyó. Una persona que vive al lado de Jesús aprende y sabe qué valores son buenos y cuáles no lo son. Su espiritualidad, recibida de Dios, la hace sencilla, humilde y buena. María nos enseña a estar al lado de Jesús.

Porque estar al lado de Jesús es aprender cada instante de nuestra vida a ser sencillo y manso como Él. Porque el estar al lado de Jesús es ir tomando sus mismas actitudes y estilo de vida. Porque seguir los pasos de Jesús es irnos conformando con su pensamiento y su amor por todos los hombres. Porque conviene estar siempre al lado de Jesús y María, su Madre, lo estuvo.

Por eso, María es Ideal de Santidad. Es Madre que nos enseña a vivir santamente y a seguir a su Hijo. Pero, antes, María experimenta el encuentro con el Dios Padre que la elige para ser la Madre de su Hijo. Un encuentro de sencillez, de humildad, de obediencia y de fe. María brilla para toda la eternidad porque ella, con su humildad nos enseña a ser santos. Bendita Madre de Dios que con tu ejemplo y tu sencillez nos acerca a tu Hijo, fuente de santidad y de amor.

Sigamos el ejemplo de María, el ejemplo de estar con Jesús. La oración es la herramienta que nos permite estar a su lado constantemente. Pero no le acompañemos adormecidos ni pasivos, sino con un corazón ardiente y disponible a recibir su Gracia. Fijémonos en María. Ella, siendo su Madre, también era su amiga, su discípula, su acompañante y dócil a cumplir la Voluntad del Padre.