11 de julio de 2018

EN AUSENCIA DEL PAPA



Supongo que el Papa Francisco está descansando de las audiencias. Es bueno tomarse un respiro y hacer un alto en el camino para, al mismo tiempo de descansar, reflexionar y retomar fuerzas para seguir y continuar el camino. Son tiempos de parar y hacer otra cosa, pero tiempos también de calor y fatiga. El verano invita a tomarse un respiro de lo rutinario, de la agotadora agenda que se torna más dura en tiempos de intenso calor y bochorno. Descansemos pues.

Pero, siempre será un buen momento para levantar la mirada y pedirle fuerzas al Señor para saber descansar y no holgazanear. Porque, a veces, las vacaciones o descanso pueden ser una arma de doble filo, y con esta disculpa abrirle la puerta al diablo, sin darnos cuenta, y sumergirnos en la vida placentera, despreocupada del dolor de los demás y ponernos de lado frente al Señor. Las seducciones del mundo están siempre activas y, quizás, más activas en tiempos de vacaciones.

Todo es bueno, porque todo ha sido creado por Dios, pero, al intervenir la mano del hombre muchas cosas se convierten en peligrosas y pueden hacer mucho daño. Tengamos unas vacaciones de cambio de actividad, pero de estrechamiento, quizás más, por mor del tiempo, con el Señor, que Él también, si lo invitamos, se va de vacaciones con nosotros. ¿Quién deja a su mejor amigo en casa y no lo invita a descansar con él?

Digamos, con mucha humildad y a moda de humor, que, ante la ausencia de la audiencia del Papa Francisco, hacemos nuestra humilde y pobre audiencia. Felicitamos a todos los que están de vacaciones y rezamos para que sean unas vacaciones que sirvan para descansar y para estrechar más nuestra intimidad con el Señor.

Un fuerte abrazo a todos en Xto. Jesús.