4 de septiembre de 2025

ESPÉRAME

Dios misericordioso, espérame. Espérame porque el camino de regreso es largo y a veces me cuesta seguirlo.

Espérame, porque pierdo tiempo pensando en lo que pasó y no en el perdón. Espérame, porque me cuesta asumir el error.

Dios misericordioso, abrázame. Abrázame porque no sé elegir lo que es bueno.

Abrázame, porque me duele alejarme de ti y mucho más me duele el vacío, la ruptura, el desamor.

Abrázame, porque solo así tendré fuerzas para dejarme transformar.

Dios misericordioso, perdóname. Perdóname, porque solo así viviré la alegría. Perdóname y transfórmame porque tú conoces mi debilidad, y solo tu perdón amoroso puede conducirme hacia la verdad y darme nueva vida. Amén.

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina