Señor Jesucristo, elevado en la Cruz por amor, te adoramos porque en ella nos diste vida y salvación.
Padre de bondad, fortalece nuestra fe en tu amor infinito y haznos instrumentos de tu misericordia y consuelo.
Espíritu Santo, convierte nuestras penas en ofrenda viva, para que, unidos a Cristo crucificado, seamos semilla de esperanza y de nueva vida.
Santa María, Madre fiel al pie de la Cruz, enséñanos a esperar, a amar y a servir como discípulos de tu Hijo. Amén.
Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina