20 de octubre de 2021

AUDIENCIA PAPA FRANCISCO

Hay muchos momentos que nos damos cuenta que somos esclavos. Por ejemplo, cuando fumamos creemos que lo hacemos libremente, es decir, que somos libres. Sin embargo, sabemos que, si pudiéramos dejaríamos de fumar. Lo mismo nos sucede con el alcohol u otras drogas. Luego, nos damos cuenta que somos esclavos y estamos sometidos a esas sustancias, que nos perjudican y hasta nos matan.

La liberta, como nos dice el Papa Francisco no nace de las inclinaciones de nuestros gustos, pulsiones o apetencias. Nace del amor que nos lleva a hacer el bien, a servir y a vivir en la verdad. 

 


PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Aula Pablo VI
Miércoles, 20 de octubre de 2021

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Queridos hermanos y hermanas:

Seguimos profundizando en el concepto de libertad que san Pablo ofrece a los gálatas. La “vida nueva” en Cristo es una llamada a la libertad, pero, ¿cómo se expresa esa libertad? El Apóstol presenta dos ideas contrapuestas. Por un lado, una falsa concepción de la libertad, que considera que “todo es lícito”, que vive según el instinto, las pulsiones, los deseos egoístas, siguiendo los criterios del “me gusta” o “no me gusta”. Esa es una libertad vacía, y que nos deja vacíos por dentro.

Por el contrario, la verdadera libertad —la libertad en Cristo— no busca el propio interés, sino que está guiada por el amor y se expresa en el servicio a los demás. Somos verdaderamente libres cuando amamos y servimos gratuitamente a quienes nos rodean, de modo particular a los pobres. El amor nos hace libres, nos lleva a elegir y obrar el bien, nos mueve a servir. Por otra parte, no olvidemos que la caridad tiene también una dimensión social, es decir, que no deja a nadie al margen, no es selectiva, sino que busca el bien de todos.


Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Veo que allí están las Ministras de los Enfermos, las hijas de la Madre Torres Acosta. Estas monjitas se pasan las noches cuidando enfermos y duermen un rato de día. Son un ejemplo de lo que es servicio hasta el fin, con abnegación de sí mismas. Sigan por ese camino. Gracias por lo que hacen. Pidamos a Jesús —modelo de caridad y servidor de todos— que nos libere de nuestras esclavitudes y nos ayude a ser auténticamente libres, impulsándonos a amar con gestos concretos de misericordia y caridad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.