María, como
también José, tenían otros proyectos y los dejaron para aceptar humildemente
los que Tú les señalaste. También yo quiero proceder de la misma forma y
humildemente aceptar lo que Tú decidas de mí. Porque, Señor, Tú me conoces
mejor que yo y sabes, Tú me las has dado, de mis cualidades y capacidad para
responder a tu llamada.
Madre santísima, intercede como en Caná en tu Hijo y pídele en mi nombre que me dé la fortaleza, sabiduría y paz para hacer de mi vida lo que Él ha pensado que haga. Amén.