29 de marzo de 2023

AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO

Hoy sigue el Papa hablándonos del celo apostólico y nos pone a Pablo como el ejemplo emblemático que nos puede a descubrir que lo importante, aunque ayudan, no son los estudios sino el encuentro serio y profundo con Jesús. Pablo, todo tenacidad y pasión por la ley de Dios, nos dice el Papa, que llegó a querer destruir la Iglesia, tras el encuentro con Cristo transforma ese deseo en abrazar a la Iglesia. Y eso nos debe descubrir la importancia y lo fundamental que es el encuentro con el Señor. Es el pilar y la base de nuestra fuerza apostólica.



PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles, 29 de marzo de 2023

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Catequesis. La pasión por la evangelización: el celo apostólico del creyente 9.  Los testigos: san Pablo 1

Queridos hermanos y hermanas:

En este ciclo de catequesis dedicadas al celo apostólico, hoy reflexionamos sobre la figura del apóstol san Pablo. Su ejemplo es emblemático en este tema. Recorriendo su vida, vemos que Saulo —que era el primer nombre de Pablo— siempre fue un apasionado, un apasionado de la Ley de Dios, la defendía con radicalidad. Este celo, este apasionamiento que lo caracterizaba no desapareció después de su conversión, sino que siguió siendo apasionado. Se transformó por la acción del Espíritu Santo: Pablo pasó de querer destruir la Iglesia a abrazar la causa del Evangelio, anunciando a Cristo en todos los lugares donde iba y formando nuevas comunidades cristianas.

Esto nos enseña que lo que origina la pasión por el Evangelio no es la personalidad o los estudios de una persona —que ciertamente pueden ayudar—, sino lo que lo define es el encuentro con Cristo. Como le sucedió a san Pablo, vemos que el auténtico celo apostólico surge de una experiencia de “caída y resurrección”, que nos lleva a reconocer la Vida verdadera.


 

Saludos:

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Recemos por los migrantes que fallecieron ayer en un trágico incendio en Ciudad Juárez, México, para que el Señor los reciba en su Reino y dé consuelo a sus familias. Recemos por ellos. Saludo también a los jóvenes de Teruel. Pidamos también al Señor que en este camino cuaresmal aumente en nosotros el “celo” por el Evangelio de Cristo, que nace de reconocernos “pecadores perdonados” y de acoger en nuestra vida la gracia del amor de Dios. Que Jesús los bendiga a todos y la Virgen los cuide. Muchas gracias.