8 de abril de 2025

VII ESTACIÓN. SEGUNDA CAÍDA

Dios mío, sálvame, que me llega el agua al cuello: me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en la hondura del agua, me arrastra la corriente.  (Salmo 69,2-3) 

Aplastado, caes bajo el peso de la cruz, impregnado del mal del mundo, del dolor del ser humano. Así es, compañero de nuestra debilidad, cargado con nuestras culpas, silenciosamente nos hablas de tu amor más grande. No nos amas porque te hayamos amado, sino solo para que contigo podamos, amados, aprender a amar bajo el peso del antiguo y siempre nuevo madero de todas las cruces que oprimen la vida y la historia. ¡Señor, ten piedad!

Desde mi parroquia, por el párroco
D. Juan Carlos Medina Medina

Related Posts:

  • VIII ESTACIÓN. LAS MUJERESLo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él.  (Lucas 23,27) Las mujeres de Jerusa… Read More
  • X ESTACIÓN. LAS VESTIDURAS Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? se reparten mi ropa, echan a suerte mi túnica.(Salmo 22,2 y 19) Nadie se quedó, tampoco se … Read More
  • IV ESTACIÓN LA VERÓNICADespreciado y evitado de los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultaban los rostros, despreciado y des… Read More
  • IX ESTACIÓN. TERCERA CAÍDA Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abr… Read More
  • VII ESTACIÓN. SEGUNDA CAÍDADios mío, sálvame, que me llega el agua al cuello: me estoy hundiendo en un cieno profundo y no puedo hacer pie; he entrado en la hondura del agua, me… Read More