¡Señor, tu no me pides imposibles sino que haga lo imposible por dar el todo por todo por hacer el bien, por vivir en la verdad, por vivir las virtudes cristianas y ser luz! ¡Ayúdame a ser consecuente con esto! ¡Tu me pides que sea transparente, que mis palabras estén acordes con mis hechos, que mis pensamientos estén acordes con mi corazón, que no utilice dobles en discursos según el ambiente en que me encuentre, caminar con la verdad aunque implique sufrimientos y duela denunciando el mal y proveyendo de amor!
¡Señor, sé que soy un pecador y que necesito tu perdón sanador! ¡Creo, Señor, que moriste por mis pecados en la Cruz y resucitaste al tercer día para darme vida nueva! ¡Sé, Señor, que tu eres el único camino que me lleva hacia Dios! ¡Cambia, Señor, mi vida con la fuerza de tu Espíritu y enséñame a conocerte mejor para irradiarte a los demás! Amén.